¿Qué dirías si supieras que puedes hacer bizcochos sin encender el horno? Si alguien te dijera que la cocción en Crock Pot u olla de cocción lenta es estupenda para cocinar bizcochos, ¿lo creerías o serías tan escéptico como lo fui yo en un principio? Acostumbrada a ver muchas recetas e imágenes en la red de slow cookers llenos de carnes y legumbres, me costó convencerme de las bondades de nuestra amiga lenta para cocinar bizcochos. Tardé hasta una segunda intentona en la que comencé a ajustar tiempos y temperaturas y a observar el comportamiento de las masas en la olla hasta dar con algunos trucos y consejos que vienen bien para ponerse a bizcochear en slow cooker.
Desde entonces, no he podido parar. Buena parte de estas andanzas han quedado recogidas en la web y las comparto contigo en este artículo, que es un gran cofre lleno de delicias suaves y esponjosas, una buena manera de iniciarte en la elaboración de bizcochos en slow cooker y animar tus desayunos y meriendas con elaboraciones caseras.
Diez recetas de bizcochos para Crock Pot o slow cooker
Bizcocho cuatro cuartos. Es como la primera lección de parvulitos bizcocheros. Una fórmula fácil de recordar y que da tan buenos resultados que pasa de boca en boca. Se puede aumentar la proporción muy fácilmente según la capacidad de tu olla: cada 50g de ingrediente equivale a un huevo.
Banana bread. Nada iguala al banana bread como reciclador de plátanos pochos. Un bizcocho denso y jugoso con el que harás una pedorreta al frutero cuando lo veas lleno de plátanos al borde de la extinción. Tienes que hacerlo sí o sí.
Bizcocho de nata y lima. ¿Tienes un brick de nata en el frigo a punto de pasarse de la raya? Haz este bizcocho y comprarás nata solo para poder hacerlo una y otra vez. Fino y delicado, con el toque de limón justo para refrescar y no apabullar.
Brownie. Para fans del chocolate chocolate. Una receta solo apta para slow cookers de gran capacidad y pensada para hacerla directamente en la olla, sin moldes.
Carrot cake. Es la estrella de todo brunch hipster y moderno que se precie. También puede serlo en tu casa sin tanto postureo, solo por el placer de disfrutar de su sabor especiado e intenso.
Bizcocho marmolado. Cuando se corta, se lleva a todos los invitados de calle con su interior plagado de caprichosas formas, pero lo mejor de este bizcocho marmolado es su contraste de sabores entre la vainilla y el chocolate.
Blondie. El hermano rubio del brownie. Un pastel bajo y ligeramente húmedo en el que el chocolate blanco tiene un buen papel. Al igual que su brother, se muestra en plenitud en ollas grandotas y sin molde.
Bizcocho especiado de calabaza. Un proceso un poco complejo –hay que asar la calabaza previamente para obtener su pulpa– que se ve aliviado gracias a la cocción lenta sin vigilancia. La recompensa la conocen los que ya se han tomado el trabajo de prepararlo. Un éxito completo.
Bizcocho esponjoso de chocolate. Una receta francesa con la que se obtiene un bizcocho delicado y esponjoso, con un intenso sabor a chocolate y un color oscuro como la boca de un túnel. Su secreto es el batido intenso de las claras.
Bizcocho de yogur. Esta lista se cierra como empezó, con un clásico de la repostería casera: el bizcocho de yogur. Medido originalmente con los vasitos de los yogures, es el preferido de los aficionados a las matemáticas.
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