Caldos, pócimas mágicas llenas de sustancia y sabor. todos los veranos, cuando termina agosto y las temperaturas empiezan a moderarse en Madrid, empiezo a sentir unas ganas irrefrenables de hacer caldos, sentir su chup chup y dejar que mi paladar se emocione con sus besos húmedos.
Los caldos, lo he dicho una y otra vez, son una de las mejores cosas que nos da la cocción lenta. Basta con llenar el recipiente del slow cooker con una buena (y sabia) mezcla de aves, pescados, huesos, verduras, carnes, etc., cubrirla con agua y dejar que el tiempo y la temperatura hagan su parte.
Cuando los caldos hechos en slow cooker entran en tu vida, se alejan los bricks de supermercado y se acercan las sopas de sabores profundos y reales. Estas diez recetas de caldos en crock pot o slow cooker te están esperando para celebrar contigo la vuelta de las vacaciones.
Diez recetas de caldos para crock pot o slow cooker
Caldo de verduras. Sí, las verduras aportarán sabor y potencia a tu caldo, pero debes esmerarte en poner una buena cantidad y variedad de productos de la huerta para que tu caldo te haga suspirar a cada sorbo. Para fans del caldo veggie.
Caldo de pollo. Es un clásico de las sopas invernales que no puede faltar en tu nevera o congelador. Haz una buena cantidad y congela en porciones, lo agradecerás cuando apriete el frío.
Fumet de pescado. Los restos de espinas y cabezas de pescados te darán una buena sorpresa si los aprovechas para hacer este caldo de pescado. Lo mismo te apañará una sopa que un arroz marinero.
Caldo de jamón. Los huesos de jamón tienen aún mucho que decir cuando apenas queda carne que cortar. Guárdalos para hacer caldo y tus sopas tendrán ese yo que sé que da el umami.
Caldo de ternera para sopa de galets. Si quieres hacer un caldo de esos que se recuerdan pasado el tiempo, prueba esta base de sopa de galets, no te arrepentirás.
Consomé de huesos y jugo de carne. Dos delicias por el precio de una. Con unos buenos huesos podemos hacer un gran consomé, y con algunos restos más y un extra de tiempo, obtendrás un jugo de carne excelente para usarlo como base de otros platos y salsas.
Consome. ¿Recuerdas cuando en las cartas de los restaurantes buenos había consomé? Pero consomé del bueno, del hecho al chup chup con cariño y paciencia. Puedes revivir esos momentos cuando tú quieras con esta receta de consomé clásico.
Caldo de gallina. Seguro que has escuchado en alguna ocasión el dicho "gallina vieja hace buen caldo". Podría añadir que gallina vieja –o no tan vieja– y crock pot, hacen un caldo sensacional. Tanto que merece la pena probarlo.
Caldo de cebolla. Una maravilla con tan solo tres ingredientes: cebolla, agua y sal. Será una buena base para un ramen, una sopa de cebolla o un arroz. ¡Pruébalo!
Caldo blanco. Un potaje completo con un caldo más claro al gusto andaluz. ¿Quieres comer de puchero? Esta es la receta que estabas buscando.
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