Cuando un aparato te ayuda a cocinar mejor, a disfrutar comiendo y guisando, y además te ofrece la posibilidad de preparar regalos o elementos lúdicos para los niños, entonces estamos hablando de amor con letras grandes, de las mayúsculas, las de grabar a fuego. Después de probar con éxito a hacer pinturas con formas divertidas con la ayuda de la olla de coción lenta, tenía muchas ganas de ponerme con la plastilina. Sí, plastilina, Play Doh, esa masa de colores que nos hace imaginar y crear cuando no levantamos un metro del suelo.
En realidad, la plastilina y el Play Doh solo tienen en común la capacidad de modelado y los colores llamativos. Si habéis modelado con plastilina, recordaréis ese olor característico que nos habla de un material plástico. En cambio el Play Doh (marca comercial) está compuesto por una base de harina, agua, sal, ácido bórico y aceite mineral que en un principio, en los años 30, se inventó como limpiador para el papel pintado (¿habéis intentado alguna vez borrar con miga de pan? Pues eso).
Basándonos en la composición del Play Doh, vamos a hacer plastilina comestible de colores en la Crock Pot. Y me diréis que para qué rayos queremos que sea comestible: pues para evitar sustos con las ansias orales de los más pequeños; así, si deciden darle un bocado a su obra, no habrá nada que temer.
Cómo hacer plastilina o Play Doh en tu Crock Pot
Material necesario
- 250 g de harina
- 125 g de almidón de maíz (Maizena)
- 220 g de sal fina
- 500 ml de agua caliente
- 30 g de crémor tártaro
- 20 ml de aceite de oliva
- Colorantes alimentarios: azul, amarillo y rojo
- Guantes de látex o vinilo
Instrucciones4>
1. Enciende la Crock Pot en temperatura alta.
2. Vierte la harina, el crémor tártaro, el almidón de maíz y la sal en la olla y remueve hasta que quede todo bien mezclado.
3. Calienta el agua y añádela a la mezcla. Incorpora también el aceite y mezcla bien con una varilla de cocina.
4. Cierra la tapa y deja que se caliente durante 30 minutos. Pasado ese tiempo, destapa y remueve la mezcla. Vuelve a tapar y deja que se haga durante una hora.
5. Destapa y, con los guantes puestos, manipula la masa; verás que se ha formado una capa compacta y que a medida que la vas amasando se vuelve más blanda. Pásala a una superficie limpia (encimera, mesa, tabla) y haz una bola. Con esa bola, haz bolas más pequeñas y amásalas hasta que tengan una textura de plastilina. Si ves que están un poco toscas, haz un hueco con un dedo, pon unas gotas de aceite de oliva y sigue amasando.
6. Haz un hueco con un dedo en cada bola y ve aplicando el colorante a tu gusto. Siempre podrás rectificar el color según vayas mezclándolo en la masa. Mezcla los colores primarios (azul, amarillo, rojo) sobre cada bola para obtener colores secundarios (anaranjado, violeta, verde). Amasa hasta que el color quede homogéneo.
7. Puedes presentar la plastilina en bolas y guardarlas en botes individuales para que se conserven bien. También puedes darles forma cuadrada con la ayuda de un molde de cocina y marcarlos con un sello para galletas[ (como se ve en las imágenes). En este caso, envuelve cada taco en film plástico para evitar que se reseque.
Recomendaciones
- ¿Crémor tártaro? ¿Qué es eso? Pues bitartrato de potasio, hidrogenotartrato de potasio o E-334, un aditivo utilizado comunmente en la industria alimentaria. Forma parte del impulsor químico que llamamos levadura (aunque no lo es) de pastelería, o de la formulación de la gaseosa. Nos lo pueden pedir en recetas para estabilizar las claras al elaborar merengues o para que la nata montada quede más firme. Si no lo encuentras en tiendas especializadas en productos de repostería, puedes hacer una pequeña trampilla y sacarlo de las gaseosillas. Sí, esas cajas para hacer gaseosa o soda que tienen dos sobres que se mezclan (agua de litines), pues uno de ellos, el que lleva ácido tartárico, es crémor tártaro.También puedes comprarlo online.
- Algunos colorantes alimentarios prometen mucho y dan poco, es decir, que cuando los mezclamos con la masa, obtenemos un color algo apagado. Si quieres plastilina de colores vivos y no quieres encontrarte con sorpresas desagradables, compra un par de cajitas, siempre puedes guardarlas para otras preparaciones, y no te quedarás en la estacada.
Si es divertido preparar plastilina comestible en tu slow cooker para regalar a los peques de tu familia, más aún lo será hacerla con ellos. Controla tú la cocción, pero deja que sean ellos, una vez que la masa esté fría, los que amasen y mezclen los colores. Ahí estarás tú para coordinar las operaciones y, aunque seguro que no puedes evitar que se coman una pelotilla de masa, no tendrás de qué preocuparte.
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