Hacer bizcochos, con crock pot o sin ella, tiene su ciencia. No basta con mezclar ingredientes y tirar millas, hay que saber qué necesitan las masas en cada momento y cuál es el porqué de los procedimientos. Estos doce consejos para hacer bizcochos en slow cooker te ayudarán a conseguir bizcochos ricos y esponjosos en tu olla de cocción lenta. ¡Vamos batiendo huevos!
No modifiques la receta
Si estás siguiendo una receta contrastada (de las que salen sí o sí) no hagas cambios para adaptarla a tus circunstancias o gustos. A no ser que seas un consumado pastelero, es probable que al cambiar cantidades o ingredientes los resultados sean desastrosos.
No te arriesgues. Si necesitas una receta sin gluten, sin azúcar o sin lactosa, no hagas experimentos y busca recetas infalibles en libros o páginas especializadas. Para cocinar bizcochos en crock pot, lo importante es aprender la técnica adecuada; si la masa es buena y aplicas los trucos para cocinar bizcochos, salen.
Utiliza utensilios adecuados
El batido inicial es uno de los pasos más importantes en la elaboración de un bizcocho. Tiene relación directa con la esponjosidad y con la capacidad de subir de la masa. Se debe realizar un batido enérgico con varillas para que entre aire en la masa (debe quedar cremosa y blanqueada) y resulte esponjoso una vez cocinado.
Si tienes brazos de Popeye, puedes hacer ese batido a mano, pero si la fuerza no te acompaña y haces bizcochos de manera habitual, es conveniente que tengas una batidora de varillas eléctrica. No hace falta que compres aparatos caros y especializados, simplemente con una batidora de mano o una turmix que tenga un brazo de varillas es suficiente. El brazo triturador de la batidora nunca podrá hacer esa función, sencillamente porque lo que hace es mezclar y triturar, nunca batir.
Mima la harina
Uno de los errores que más bizcochos se ha llevado por delante es mezclar la harina con el brazo de cuchillas de la batidora. La elaboración de la masa tiene dos pasos, en el primero, como he explicado en el apartado anterior, se baten los huevos, azúcar y la parte grasa con energía (en el orden que indique cada receta) para conseguir una masa cremosa y llena de aire.
En el segundo se incorporan la harina y la levadura, que deben integrase a la masa anterior a mano, mezclando suavemente con una espátula y movimientos envolventes. Si mezclamos con las cuchillas el bizcocho quedará apelmazado, con una textura gomosa y desagradable que lo arruinará.
Además de mezclarla con mimo, también hay que tamizarla para eliminar grumos y airearla, un paso que también contribuirá a que el bizcocho quede esponjoso y suba bien. Para ello solo necesitas un colador. Si eres muy friki con los utensilios de cocina, puedes hacerte con un tamiz mecánico.
Precalienta siempre
Al igual que se hace con el horno, es imprescindible precalentar el slow cooker en ALTA antes de hacer un bizcocho. Si metemos el molde con la masa en un slow cooker frío, además de alargar el proceso conseguiremos que se haga de manera poco uniforme, con el centro húmedo y poco hecho y los lados cocinados. El tiempo mínimo de precalentado es el de la preparación de los ingredientes, alrededor de 30 minutos, pero si puedes tenerlo hasta una hora precalentando, el bizcocho subirá más y dará mejor resultado.
Cocina siempre en ALTA
Si vas a hacer bizcochos y quieres que salgan bien, no hay otra función posible. ALTA proporciona la temperatura idónea para que las masas se cocinen de manera adecuada. Cuando cocinamos bizcochos no queremos beneficiarnos de las bondades de una cocción larga y suave; estamos aprovechando las prestaciones de un electrodoméstico de bajo consumo que nos permite cocinar bizcochos sin necesidad de utilizar un horno.
No dobles la cantidad de levadura
Debes saber que aumentar la cantidad de levadura que indica la receta no te va a proporcionar un bizcocho más esponjoso ni más alto. Si añades demasiada levadura, tu bizcocho puede apelmazarse, hundiéndose después de haber subido.
Elimina humedad
Los bizcochos cocinados en slow cooker siempre son más húmedos que los horneados, pero aún así, es necesario controlar la humedad que se forma en el interior del recipiente para que suban y no se encharquen en exceso. Colocar un paño de tejido absorbente, como el rizo o la microfibra, es un paso necesario para obtener bizcochos secos, jugosos y bien cocinados.
Usa moldes metálicos
Para cocinar bizcochos en slow cooker puedes utilizar moldes de distintos materiales, incluso, en muchos casos, puedes hacerlos sin ellos, directamente en el recipiente de la olla de cocción lenta. Pero, si usas molde, los que mejor resultado te darán son los metálicos con un grosor adecuado que mantenga y potencie la temperatura, ayudando a dorar la parte que está en contacto con el material. Los moldes de aluminio fundido dan el mejor resultado y son fáciles de desmoldar utilizando spray antiadherente.
Nivela bien el molde
Asegúrate de que el molde está perfectamente nivelado al colocarlo en el slow cooker. Si queda un espacio entre el fondo del molde y la base del recipiente, coloca algún elemento metálico que lo estabilice, como aros de emplatar o cortapastas. Si el molde queda suspendido sobre el borde del recipiente sin tocar el fondo, no hay problema siempre que quede bien sujeto y nivelado.
No abras antes de hora y media
El tiempo medio para cocinar bizcochos en slow cooker está entre 1:30 y 2 horas en ALTA (con precalentamiento). Comprueba siempre cómo va tu bizcocho pasada la hora y media. Pincha en el centro con una brocheta o un palillo: si sale limpio, estará hecho; si sale húmedo, necesita más tiempo de cocción.
Que la superficie del bizcocho no esté dorada no quiere decir que no esté hecho. Algunos bizcochos se doran al cocinarlos en slow cooker y otros no. Esto tiene que ver con factores como el molde escogido, la composición de la masa y el tiempo de precalentamiento.
Gira el recipiente si tu slow cooker calienta más por un lado
El calor se trasmite a través de las paredes, por eso, si has hecho bizcocho en tu crock pot alguna vez y te ha salido muy quemado por un lado, tu slow cooker calienta de manera desigual. Puedes solucionarlo cambiando el recipiente de lado cada media hora. No es necesario que lo abras, simplemente cógelo protegiendo tus manos con una manopla o paño y gíralo si es redondo, o sácalo y dale la vuelta si es ovalado.
No pongas agua en el recipiente
A no ser que sigas una receta de bizcocho al baño María, no pongas agua en el recipiente. Los slow cookers pueden funcionar perfectamente sin que haya un medio líquido en contacto con la cerámica, incluso precalentarse en vacío. La humedad que proporciona un fondo de agua modifica por completo el resultado de la receta.
Bonus track: utensilios recomendados para hacer bizcochos
- Batidora de varillas eléctrica. Te ayudará a hacer masas aireadas y cremosas.
- Espátula o lengua pastelera. Imprescindible para manipular la masa y aprovechar toda la que queda pegada al bol.
- Boles. Necesitarás un par de boles para hacer las masas. La buena noticia es que no tienen que ser sofisticados ni caros.
- Papel de horno. Para cubrir los moldes o el interior del recipiente del slow cooker.
- Spray desmoldante o antiadherente. Una buena ayuda para desmoldar los bizcochos.
- Báscula digital. En repostería las medidas son fundamentales. Una báscula es imprescindible para dominar esta ciencia exacta.
- Temporizador con alarma. Te ayudará a no perderte el fin de la cocción. Si tienes un smartphone utiliza sus alarmas o el despertador.
- Tamiz o colador. Imprescindible para trabajar con una harina fina, libre de grumos y aireada.
- Rejilla para enfriar el bizcocho. Para colocar los bizcochos una vez cocinados y dejar que se enfríen sin que cojan humedad.
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