Con esta receta de puerros confitados, Crockpotting bate de nuevo el récord de recetas sencillas y con pocos ingredientes. Tan solo puerros y aceite, eso es lo que vas a necesitar para poner en tu mesa un manjar humilde pero exquisito. Quizá es uno de los confitados más buenos que puedes hacer: los puerros despliegan un sabor y textura delicadísimos que no dejan indiferente.
Las dos claves para hacer esta receta están en escoger puerros fresquísimos y aceite de oliva virgen extra. Los puerros deben estar prietos y firmes. Si al tocarlos notas que las capas interiores no están compactas, no los compres, están un poco pasados de rosca. Hay que cortarlos en trozos largos de la misma medida, para que, una vez en la mesa, el plato luzca con tan solo un poco de sal en escamas y cebollino picado.
El sabor del plato no tiene igual utilizando aceite de oliva virgen extra, que también puedes reutilizar para confitar de nuevo, saltear o aliñar verduras. Si no quieres usarlo, utiliza aceite de oliva normal –refinado–, pero nunca lo hagas con aceite de girasol u otras semillas.
Preparación: 10 minutos
Cocción: 3 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
4 o 5 puerros grandes
Aceite de oliva virgen extra
Lava los puerros, elimina la tierra y las capas más duras, y sécalos (utiliza también la parte verde tierna).
Córtalos en trozos de entre 8 y 10 cm.
Coloca los puerros en el recipiente del slow cooker bien alineados y cubre con aceite de oliva virgen extra.
Cocina entre 2 y 3 horas en ALTA o hasta que estén tiernos.
Escurre los puerros calientes en papel de cocina justo antes de servir, pásalos a un plato y sazona con sal en escamas y pimienta blanca recién molida. Puedes espolvorear un poco de cebollino fresco picado si quieres rematar el plato.
Utiliza un slow cooker con un tamaño proporcionado a la cantidad de piezas que vayas a utilizar para no usar un exceso de aceite. Colócalos sin dejar huecos entre sí, y procura hacer capas completas. De lo contrario, si una capa no estuviera completa, habría que llenar el hueco que queda con aceite, encareciendo la receta.
Puedes hacer una sola capa si usas un slow cooker grande, o varias capas en el caso de utilizar recipientes pequeños.
El tiempo es orientativo y es conveniente que pruebes el punto de ternura pasado un tiempo. Para ello, traspasa uno con una brocheta metálica; cuando ésta penetre suavemente en la carne del puerro, el plato estará listo.
Conviene que los puerros queden enteros, por eso es importante dar con el punto justo de cocción: suaves al mordisco, pero sin que se desmoronen.