Coloca las patatas sobre una lámina de papel de horno. Ponlas ocupando una mitad para poder doblar la hoja sobre las patatas.
Dobla la lámina y haz que los bordes de ambos lados de la lámina coincidan.
Dobla el borde más largo y marca el doblez con la uña. Haz un nuevo doblez y vuelve a marcar para sellarlo.
Haz lo mismo con los dos bordes más pequeños hasta formar una bolsa de papillote cerrada.
Coloca el papillote en el slow cooker y cocina durante 3 horas en ALTA.
Deja que las patatas se templen dentro del slow cooker sin abrir el papillote.
Refrigera durante al menos dos horas. Puedes prepararlas de víspera.
Corta las patatas en rodajas gruesas si son algo grandes, por la mitad si tienen un calibre muy pequeño. Ponlas en un bol para ensalada.
Pica gran cantidad de hojas de menta, eneldo y perejil y ponlas sobre las patatas.
Corta con una mandolina en láminas muy finas la cebolla fresca y el bulbo de hinojo. Añádelo al bol.
Mezcla en un recipiente con tapa dos cucharadas generosas de mostaza, 100 ml de aceite de oliva, el zumo de una lima, sal y pimienta al gusto. Pon la tapa y agita para que se mezcle. Prueba y rectifica el sabor a tu gusto.
Vierte el aliño de mostaza sobre la ensalada, añade hojas de albahaca troceadas a mano, mezcla y sirve de inmediato.
Recomendaciones
Al usar patatas de guarnición, que tienen la piel fina, y lavarlas a conciencia, no es necesario pelarlas para hacer la ensalada. Esta es una de las características de esta ensalada: la piel también se come, con su aporte de fibra y sustancias beneficiosas.