Pon las fabes en remojo durante 10 horas. Pon también en remojo el lacón en otro recipiente para quitar parte de la sal.
Pasado ese tiempo, escurre el agua y coloca las fabes en el slow cooker. Añade las carnes y embutidos e incorpora agua hasta que cubra la legumbre aproximadamente un dedo. Es conveniente controlar la cantidad de agua que se añade para que la fabada no quede aguada.
Añade dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y unas hebras de azafrán.
Programa 7 horas en BAJA.
Prueba el punto de la legumbre. Debe de estar tierna y entera, muy suave. Si aún no lo está, cocina durante un tiempo más comprobando en tramos de media hora hasta que esté lista.
Prueba y rectifica el punto de sal si es necesario. Deja que repose durante unas 3 horas para que tome cuerpo. En este enlace puedes ver cómo calentar la fabada dentro del slow cooker tras el reposo.
Para que el caldo ligue bien, mueve la olla en círculo, no la remuevas con la cuchara pues las fabes se romperían.
Sirve muy caliente con los embutidos y las carnes troceados.
Recomendaciones
El éxito de la fabada asturiana depende tanto del cuidado en la cocción como de la elección de un buen género. Utiliza fabas tiernas y carnes y embutidos de calidad.Manipula lo menos posible el guiso durante y tras la cocción. Las fabas saldrán tiernas y mantecosas, pero si las remueves con cucharones o paletas (no hace falta) se romperán.Si quieres ligar el guiso, solo tienes que poner la olla desmontable sobre un paño y realizar movimientos circulares hasta que quede al gusto.Normalmente en la fabada no se utiliza sal porque la que aportan las carnes y embutidos es suficiente. Espera hasta el final para probar la fabada y añade sal solo si la necesita.