Salpimienta la gallina troceada, enharínala y ponla sobre un colador para eliminar el exceso de harina.
Prepara una sartén con aceite de oliva en cantidad suficiente para freír, y fríe la gallina a fuego fuerte hasta que se dore ligeramente por todos los lados. Saca la carne de la sartén y reserva.
Da un golpe a los ajos para que queden enteros pero rotos. Sofríe los ajos hasta dorarlos en el mismo aceite.
Pica la cebolla, añádela a la sartén y deja que se poche durante unos minutos.
Añade el vino blanco, deja que se evapore durante dos minutos e incorpora el caldo. Cocina hasta que la mezcla esté caliente.
Pasa el azafrán por una sartén limpia y caliente para que se tueste ligeramente. Reserva y tuesta en la misma sartén las almendras.
Prepara un majado con el azafrán, las almendras y el perejil picado. Machaca todo en un mortero hasta que queden trozos finos de almendra.
Incorpora el majado a la olla con la salsa (caldo, vino, cebolla, etc.), el laurel y la gallina frita. Mezcla y cocina durante aproximadamente 7 horas en BAJA. Prueba la ternura de la carne pasadas las 6 horas de cocción para evitar que se quede seca.
Separa la clara de las yemas de los dos huevos cocidos. Pica la clara y reserva clara y yemas.
Pasado el tiempo de cocción, añade las yemas rompiéndolas con las manos, incorpora las claras troceadas, mezcla con el líquido y cocina durante 30 minutos a olla destapada.
Por último, prueba y rectifica de sal y pimienta si fuera necesario, y añade la clara de huevo picada. Deja que repose un poco y sirve.
Recomendaciones
Pide que te troceen la gallina en la pollería. Si no eres muy hábil con el machete es la mejor opción, los cortes torpes suelen acabar con los huesos astillados.Si no encuentras gallina o no te gusta demasiado, puedes hacer esta receta con pollo troceado.