Quita los extremos de las mandarinas y elimínalos. Corta las mandarinas en rodajas de 5 mm.
Prepara un cazo con agua y 10 g de sal. Lleva a ebullición y añade las rodajas de mandarina. Cuando vuelva a hervir, baja el fuego para que se mantenga en un hervor suave de unos 80-90º. Mantén las mandarinas durante 10 minutos en ese hervor. Escurre, desecha el agua y refresca las mandarinas con agua corriente para que se elimine todo resto de agua de cocción.
Pon el azúcar y el agua en el recipiente del slow cooker, y mezcla. Añade las mandarinas escaldadas y cocina durante 3 horas en ALTA.
Pasado ese tiempo, deja la tapa ligeramente entreabierta para que deje escapar un poco de vapor y continua cocinando durante 5 horas hasta que el almíbar esté ligeramente espeso.
Deja que se enfríe dentro del recipiente durante 12 horas.
Guarda en un envase de vidrio previamente hervido durante 12 minutos.
Recomendaciones
Corta las mandarinas en rodajas con un cuchillo muy bien afilado. Es la única manera de que las rodajas salgan finas y uniformes. Si el cuchillo no corta bien, conseguirás rodajas irregulares, perderás mucho zumo durante el corte y saldrán demasiado gruesas.Utiliza mandarinas que tengan la piel firme sobre la pulpa. Desecha las mandarinas que tengan la piel hueca –se nota al tacto–, con ellas el corte será imperfecto y las rodajas se desmoronarán.Hay slow cookers que son especialmente potentes en ALTA. Si el tuyo está entre ellos u observas que en el último tramo de cocción con la tapa entreabierta se está perdiendo demasiado líquido, pasa a función BAJA o acorta el tiempo de cocción.Si quieres conseguir rodajas de mandarina confitada secas para bañar con chocolate, escurre el almíbar, colócalas sobre una rejilla metálica e introdúcelas en el horno precalentado a 100º durante una hora.