Pela los ajos y dales un golpe con una maza o presiona con la hoja de un cuchillo. Tienen que quedar enteros pero ligeramente rotos.
Coloca los ajos, las pimientas y el laurel en el aceite, tapa la olla de cocción lenta y calienta durante dos horas en BAJA.
Retira los ajos y el laurel, y deja que el aceite se temple.
Mezcla el pimentón con el aceite.
Disuelve la sal en el vinagre. Incorpora el vinagre al aceite y mezcla.
Saca los mejillones de sus conchas y desecha estas. Guarda medio vaso del jugo de cocción de los mejillones e incorpóralo al aceite.
Pon los mejillones en el escabeche cuidando que queden bien cubiertos. Deja que reposen un poco en el slow cooker caliente y pásalos a un recipiente con cierre hermético. Conserva en frío y deja reposar durante dos días antes de servir.
Recomendaciones
Los mejillones en escabeche se pueden conservar durante varios días –4 o 5–en el frigorífico siempre que queden completamente cubiertos por el escabeche.*Puedes comprar los mejillones ya cocinados y envasados en bolsas al vacío o comprarlos crudos y cocerlos en casa. Si lo haces así, limpia las conchas de los mejillones con un estropajo metálico y elimina las barbas haciendo presión con una navaja. Prepara una cazuela con un dedo de agua, un poco de sal y un chorro de vino blanco, y ponla al fuego hasta que hierva. Pon los mejillones en la cazuela y tapa. Deja que se cuezan hasta que abran las conchas por completo. Deshecha los mejillones rotos o cerrados y reserva el líquido de cocción.