Lava el melón cuando aún esté entero. Yo suelo usar una gota de jabón lavavajillas sobre la piel húmeda y aclaro a conciencia con agua corriente hasta que la piel queda limpia.
A medida que vayas comiéndolo, guarda la piel del melón en un recipiente tapado en el frigorífico.
Trocea la piel del melón en dados de 1 cm de lado: corta tiras de 1 cm a lo largo y trocea esas tiras en dados de 1 cm.
Pesa la piel troceada, anota el peso y ponla en el slow cooker.
Añade al slow cooker la mitad del peso de la fruta en azúcar.
Mezcla y cocina durante 10 horas en ALTA o hasta que la piel se haya ablandado y tenga aspecto de mermelada.
A mitad de cocción, introduce el brazo triturador de una batidora y tritura parcialmente en pequeños golpes para obtener una textura que combine trozos enteros y pulpa triturada. No saques el brazo de la batidora del slow cooker ni lo levantes hasta que termines de triturar.
Cuando la confitura tenga el punto deseado, introduce varias ramas de menta y deja que se infusione mientras se enfría.
Esteriliza un recipiente de vidrio con cierre hermético, vierte la confitura y consérvala siguiendo estos consejos.
Recomendaciones
Para triturar parcialmente la mermelada durante la cocción, solo tendrás que tener la precaución de no sacar el brazo triturador de la batidora del recipiente ni rebasar el nivel de la fruta confitada en ningún momento. Así evitarás que el contenido, que estará muy caliente, pueda salir despedido por el movimiento de las aspas.