Pincha los clavos de olor en toda la superficie de la piel de la paleta como ves en la fotografía que hay debajo de la receta. Puedes hacer una incisión con un cuchillo afilado para resulte más fácil introducirlas, ya que la piel es muy gruesa.

Si lo deseas, puedes hacer unos cortes poco profundos en la piel creando unos cuadrados como se ve en la fotografía, pero no es estrictamente necesario.

Abre las vainas de cardamomo y saca las semillas. Machácalas en un mortero hasta que queden como polvo. Reserva.

Pica las hojas de romero y tomillo hasta conseguir una cucharada de hierba picada. Reserva.

Exprime las tres naranjas y mezcla el zumo con las especias, las hierbas, el azúcar de caña, dos cucharadas soperas de aceite, una cucharadita de postre de sal y el anís estrellado.

Introduce la paleta en una bolsa con cierre de zip de unos 5 o 6 litros de capacidad, vierte la mezcla anterior, elimina todo el aire que sea posible de la bolsa y ciérrala.

Deja que repose durante un mínimo de 8 horas y un máximo de 24 en el frigorífico.

Da la vuelta a la bolsa de vez en cuando para que la marinada se reparta por igual.

Saca la paleta y reserva toda la marinada en el frigorífico: la usarás para hacer la salsa al final.

Coloca la paleta en el slow cooker. Si tienes una vaporera extensible para separarla del fondo, puedes usarla.

Cocina durante 7 horas en BAJA o hasta que la carne esté cocinada y tierna.

Saca la paleta del slow cooker y deja que pierda calor.

Recoge los jugos que habrá en el fondo del slow cooker y júntalos en una cazuela con la marinada de naranja.

Añade el espesante de fécula de patata y cocina durante unos minutos a fuego fuerte hasta que haya ganado un poco de espesor. Cuela la salsa y reserva.

Elimina la piel gruesa de la paleta* y corta la carne en filetes con un cuchillo muy afilado.

Introduce los filetes en la salsa, deja que el conjunto se caliente a fuego suave y sirve con puré de patata u otras guarniciones a tu gusto.