Coloca la harina, la sal, el agua y la levadura disuelta en un bol amplio. Mezcla con una cuchara o una espátula de panadería hasta que la masa esté homogénea y pegajosa.

Deja reposar durante 15 minutos y dóblala varias veces llevando masa de los bordes hacia el centro. Repite el reposo y el plegado de la masa dos veces más.

Cubre el bol con film de cocina o un gorro de baño de hotel y deja reposar durante 1 hora a temperatura ambiente.

Introduce el bol tapado en el frigorífico y deja que repose y fermente entre 24 y 48 horas.

Unta un molde redondo con aceite de oliva, espolvorea harina encima y retira el exceso.

Precalienta el slow cooker durante al menos 1 hora en ALTA

Saca la masa del frigorífico, ponla en una superficie enharinada y forma una bola estirando masa de los bordes hacia el centro hasta que la masa quede tensa. Colócala en el molde con la parte lisa hacia arriba. Déjala fermentar durante una hora a temperatura ambiente o hasta que se hinche y doble su volumen.

Haz dos cortes en cruz en la masa con una cuchilla muy afilada.

Coloca el molde en el slow cooker, cubre el recipiente con un paño limpio, pon la tapa y cocina durante 3 horas en ALTA. El pan debe tener una corteza dorada y bien formada.

Saca el pan del molde y deja que se enfríe sobre una rejilla.