Pela, lava y trocea las patatas haciendo un corte incompleto y chascando para separar cada trozo. Colócalas en el slow cooker.
Pela la cebolla y córtala en juliana fina.
Da un golpe a los dientes de ajo para chafarlos y elimina la piel.
Prepara una sartén con aceite de oliva, ponla a fuego fuerte y saltea los ajos chafados y la cebolla troceada durante 3-4 minutos.
Vuelca el contenido de la sartén en le recipiente.
Si utilizas guisantes frescos, ponlos ahora en el slow cooker. Si usas congelados, ponlos en el paso 9.
Añade agua y un poco de sal. El agua no debe cubrir por completo las patatas, de lo contrario el guiso quedaría demasiado aguado.
Cocina 3 horas en ALTA o hasta que estén tiernas y se empiece a hacer un caldo espeso. El tiempo es orientativo y depende tanto de la calidad de la patata como de la potencia de cada crock pot
Si usas guisantes congelados, añádelos tras las 2 primeras horas de cocción.
Cuando las patatas estén tiernas y el caldo haya espesado, apaga y saca el recipiente de la carcasa. Mueve el recipiente con movimientos circulares para que el guiso se ligue.
Añade pimienta blanca molida y el perejil fresco picado. Prueba y rectifica de sal si es necesario.
Recomendaciones
Para tener éxito con un guiso cocinado en olla de cocción lenta, hay que escoger bien las patatas. Elige nuevas o variedades que sean aptas para guisar como Monalisa o Kennebec, por ejemplo.Verás en la foto un inquilino –el huevo poché– que no aparece en la receta. Puedes servirlas con un huevo poché o escalfado en el centro si es de tu gusto. En este enlace puedes aprender cómo hacerlo.Además de la elección de la patata, es importante ajustar el líquido al máximo para conseguir un guiso espeso y poco aguado. Para ello, al añadir el agua, no cubras las patatas por completo –soltarán líquido al cocinarse–, si las cubres en exceso, el caldo no engordará.