Lava los pimientos, córtalos por la mitad y elimina el rabo y las pepitas.
Coloca los pimientos en el slow cooker. Puedes colocarlos encajados unos en otros para ajustarlos a la capacidad del recipiente.
Pon la cabeza de ajos entera y los tomates lavados y secos sobre los pimientos.
Cocina durante 3 horas en ALTA o hasta que los pimientos estén cocinados y la piel se desprenda fácilmente.
Saca los pimientos, el tomate y la cabeza de ajos y deja que se templen.
Elimina la piel de los pimientos y guárdalos en tiras con el jugo que suelten.
Quita la piel de los tomates, saca la pulpa de los ajos y machaca ambos juntos con un tenedor hasta hacer una pasta. Sazona con aceite, sal y vinagre al gusto.
Pica la cebolleta en rodajas finas.
Mezcla los pimientos, la pasta de tomate y ajo y la cebolleta picada. Deja reposar en el frigorífico durante 24 horas antes de comer.
Recomendaciones
Cuando peles los pimientos y los pongas en un recipiente, verás que queda un jugo de color rojo intenso. Utilízalo al hacer la mezcla y guarda el que te sobre para incluirlo en algún aliño de ensalada: tiene todo el aroma de los pimientos y te apañará una buena vinagreta.Los pimientos se pelan fácilmente una vez asados. Solo tienes que colocarlos sobre una tabla de cocina y deslizar un dedo entre la carne la piel.